Naranjas con poderes explosivos en su interior
Seguramente hayas escuchado hablar alguna vez de los prestigiosos premios Nobel. Estos galardones internacionales se otorgan anualmente para reconocer a personas o instituciones que han desarrollado investigaciones, descubrimientos o contribuciones notables a favor de la humanidad.
Los premios Nobel tienen diferentes categorías: Química, Física, Medicina, Paz, Literatura y Economía. De esta forma, pueden reconocerse a las mentes más brillantes en diferentes sectores. Pero, ¿por qué se llaman “Nobel” estos premios? Todo nació en un laboratorio.
En 1847, el químico italiano Ascanio Sobrero estaba estudiando en Turín la acción del ácido nítrico sobre distintos compuestos. Todo iba bien hasta que experimentó en sus propias carnes los dolorosos efectos que podía tener un aceite explosivo con el que estaba trabajando. Y es que al agitarlo un poco, el compuesto explotó y destrozó el tubo de ensayo que lo contenía, dejándole la cara llena de cicatrices. Acababa de descubrir en ese momento la nitroglicerina.
Pero a pesar de su potencia, Ascanio Sobrero no pensó que la nitroglicerina pudiese tener utilidad práctica, pues resultaba muy difícil y peligrosa de manejar. Sin embargo, no tiró la toalla y siguió investigando. Unos años más tarde, sus estudios confirmaron que aquella sustancia funcionaba como vasodilatador, es decir, tenía la capacidad de abrir los vasos sanguíneos para que la sangre pudiera circular mejor por las venas y arterias. Hoy en día este descubrimiento continúa aplicándose para mejorar la vida de aquellas personas que tienen problemas de circulación sanguínea.
Pero el uso de la nitroglicerina que tuvo más repercusión económica está vinculado al mundo de los explosivos. El químico sueco Alfred Nobel había aprendido de su padre la importancia que tenían las explosiones para construir puentes y carreteras. Pero, curiosamente, una explosión de nitroglicerina en una fábrica de Estocolmo mató a cinco personas, una de ellas su hermano pequeño. Esto hizo que Alfred Nobel se volcase en un estudio que hiciera más seguro su manejo, hasta que desarrolló la dinamita.
En 1867, Nobel mostró públicamente su invento en una cantera de Reino Unido y demostró que había conseguido una forma segura de manejar la dinamita. Esta idea hizo ganar a Alfred Nobel una gran fortuna que, antes de fallecer, pidió que se destinara a la dotación de los prestigiosos premios que llevan su nombre.
No hay duda de que el descubrimiento de la dinamita cambió a la humanidad. Aunque quizá no hace falta su presencia para hacer pequeñas explosiones en casa. En este experimento aprenderemos que puede ser suficiente con una naranja que tengamos en el frutero.