Comedero para aves amantes de la escritura
¿Sabías que en nuestro planeta existen más de 18.000 especies de aves? Seguramente, si coges lápiz y papel, seas capaz de anotar más de la que te imaginas. ¿Quién no ha visto nunca un gorrión, una cigüeña o un jilguero? ¿Quién no se ha quedado impresionado al contemplar la belleza de un búho o un águila imperial?
Una de las aves más conocidas es el colibrí, considerado el ave más pequeña del mundo, pues su tamaño varía desde los 5 hasta los 25 centímetros. Además de tener la capacidad de volar hacia atrás, el colibrí es el ave que posee un aleteo más rápido, moviendo sus alas hasta 55 veces por segundo, lo cual le permite quedarse completamente fijo en el aire.
En el lado opuesto se encuentran los pavos reales, unas aves que pueden llegar a pesar hasta 6 kilogramos y medir 2 metros. En este caso no tienen el aleteo veloz del colibrí, pero su plumaje es uno de los espectáculos más bellos de la naturaleza. Debido a su gran tamaño, los pavos reales no realizan vuelos largos, razón principal por la que no migran a otras ciudades o países. Sin embargo, sí pueden volar, aunque solo lo hacen hacia las ramas de un árbol cuando se ven amenazados. Es decir, para ellos el vuelo solo es una medida de emergencia.
Otra curiosidad sobre los pavos reales es que son unos magníficos controladores biológicos, limitando la existencia de especies como las serpientes, pues son muy hábiles acabando con ellas. De hecho, utilizan su plumaje para despistarlas, las envuelven y de un picotazo acaban con ellas. Además, también son cazadores de insectos y gusanos, minimizando las plagas y favoreciendo una contención biológica de estas colonias.
Como has visto con estos dos ejemplos, las aves pueden tener multitud de colores, tamaños, picos o plumajes que las hacen unos animales únicos. En este experimento aprenderemos a cuidarlas y protegerlas mientras reciclamos materiales caseros para que juntos sigamos protegiendo el medio ambiente.