Airbag que aumenta la seguridad de un coche
¿Sabías que existen airbags para ciclistas, para motoristas, para robots, para sillas de bebés e incluso para teléfonos móviles? Los airbags o bolsas de aire comenzaron a introducirse en algunos modelos de coches en la década de los 80 y su nacimiento revolucionó la seguridad vial. De hecho, según la Dirección General de Tráfico (DGT), el airbag evita cada año cerca del 14% de las muertes por accidentes. Esto significa que ha salvado miles de vidas durante todos estos años. Pero empecemos por el principio.
Las primeras patentes del airbag tenían como objetivo principal reducir el impacto de las colisiones y se remontan a los años 50. Durante las décadas siguientes, las compañías automovilísticas Mercedes-Benz, Ford y General Motors comenzaron a estudiar cómo introducir esta tecnología en sus vehículos. Finalmente, una de las primeras en patentar el sistema de airbags tal y como lo conocemos actualmente fue Mercedes-Benz. Lo patentó en 1971, aunque no lo incorporó por primera vez hasta 10 años después.
De estos primeros airbags hasta hoy, su funcionamiento no ha cambiado mucho. Básicamente, están compuestos por varios detectores de impactos, unos dispositivos de inflado y bolsas de nylon. En el caso de un frenazo muy brusco o de un impacto en el coche, los sensores se activan y envían una señal eléctrica a los dispositivos de inflado. Estos dispositivos generan gases a una velocidad de 250 kilómetros por hora que inflan las bolsas de nylon y evitan que quienes viajen en el coche se golpeen contra otras partes del vehículo.
Desde 2006, es obligatorio que todos los coches matriculados en Europa dispongan de airbag frontal. Esta obligación no existe en otros vehículos, por lo que en los últimos años han nacido iniciativas como las de las ingenieras suecas Ana Haut y Terese Alstinat, que han fundado una empresa que fabrica airbags para ciclistas. A simple vista, parecen un collar o una bufanda y su funcionamiento imita el del airbag tradicional. En caso de detectar un cambio brusco de velocidad, sus sensores se activan y se abre una bolsa de aire que protege por completo la cabeza, la nuca y el cuello del ciclista.
Aunque este invento no es el único que busca aumentar la seguridad para conductores de vehículos de dos ruedas. En Francia existe una empresa que ha desarrollado un chaleco para motoristas que incorpora un airbag que se activa en una décima de segundo cuando hay un accidente. El airbag que vamos a fabricar en este experimento no se inflará tan rápidamente, pero nos ayudará a entender perfectamente cómo funcionan. ¡Ponte el cinturón de seguridad que arrancamos!