Carrera de caramelos crea un arcoíris líquido
El arcoíris es uno de los fenómenos de la naturaleza que más capta nuestra atención, posiblemente por su belleza, siendo un momento hermoso cuando sale el sol en un día de lluvia.
Aunque a lo largo de la historia siempre han girado muchas leyendas, mitos y fábulas en torno a los arcoíris, sólo la ciencia puede demostrar algunos de los datos reales y curiosos que sabemos sobre ellos y que son poco conocidos.
Por ejemplo, aunque parezca una contradicción, la verdadera forma del arcoíris no es un arco. La forma que realmente tienen son círculos completos. El problema es que desde la superficie del suelo las personas no somos capaces de observar su forma completa, sólo una parte de ella. Desde las alturas de un avión sí podríamos apreciar la forma total circular del arcoíris, ya que se tiene una vista completa del horizonte.
Otra curiosidad es que para formarse un arcoíris es necesario que haya gotas de agua suspendidas en la atmósfera y que los rayos del sol incidan sobre esas gotas con un ángulo de 42° sobre el horizonte. Por esta razón, generalmente observamos los arcoíris al amanecer o al atardecer, pues es cuando suelen darse estas condiciones. Pocas veces podremos observar un arcoíris durante el mediodía.
Por otra parte, aunque al arcoíris siempre se le atribuyen siete colores (violeta, añil, azul, verde, amarillo, naranja y rojo), la realidad es que no todos vemos la misma cantidad. De hecho, la variación de los colores de un arcoíris es realmente en degradado, no una separación de colores en bloques. Es nuestro cerebro y la forma en que procesamos las imágenes, lo que da esa variación de colores divididos en bandas distintas, pero nos resultaría imposible observar la infinidad de colores que contiene, pues el ojo humano no está capacitado para ver todos ellos.
Otro dato curioso es que también existen los arcoíris lunares, los cuales se producen en las mismas condiciones pero por la noche, con la luz que refleja la Luna. Debido a que la intensidad de la luz de la Luna es menor que la luz del Sol, los colores de los arcoíris lunares son tan débiles que apenas pueden ser percibidos por el ojo humano.
En este experimento podrás crear un arcoíris con los colores que más te gusten y podrás hacerlo cuando quieras, no hace falta esperar al amanecer ni al atardecer. Además, utilizaremos caramelos, por lo que al finalizar podrás comerte aquellos que te sobren. Aunque sin abusar de ellos para evitar que te salgan caries en los dientes.
Si tuviéramos que darte un único consejo para este experimento, no hay duda de cuál sería: ¡ten paciencia y no te comas todos los caramelos antes de empezar!