Circuito eléctrico que se ilumina con sal
El siglo XIX fue el siglo de los grandes inventores. Una época apasionante por sus avances científicos en campos como la electricidad, donde se enfrentaron dos personalidades muy diferentes: Thomas Alba Edison (que abogaba por la corriente continua) y Nikola Tesla (defensor de la corriente alterna).
Para entender el conflicto, vamos a empezar por el principio y a resumirlo fácilmente. Podríamos decir que la electricidad es el desplazamiento de un punto a otro de unas partículas llamadas “electrones”. El paso de electrones que se desplaza desde un punto a otro se llama “corriente eléctrica” y puede ser de dos tipos:
- Corriente continua: no varía con el tiempo, ya que fluye de manera estable y en una sola dirección. La principal ventaja es que resulta más segura y necesita menos aislamiento. Además tiene la ventaja de que puede almacenarse. Es la corriente de las pilas y de las baterías.
- Corriente alterna: fluye de manera cíclica y puede ir cambiando su magnitud. Su principal ventaja es que puede ser transportada a lo largo de grandes distancias. Es la corriente que va por las líneas eléctricas y que llega a los enchufes de las casas.
Nikola Tesla, de origen serbio, nació en 1856 en una pequeña aldea de lo que hoy es Croacia. De mente privilegiada, con 25 años obtuvo su primer trabajo como ingeniero en Hungría. En 1883 su descomunal talento le llevó a Estados Unidos para trabajar con el propio Edison.
Thomas Alba Edison ya era en ese año un inventor de gran prestigio. Acababa de perfeccionar y patentar la bombilla, por lo que la demanda de electricidad se disparó, pues el pueblo americano quería alumbrar sus hogares, calles e industrias. Esto implicaba transportar más energía a distancias cada vez más largas.
Para solucionarlo, Edison, defendía la corriente continua. Por el contrario, Tesla era partidario de la corriente alterna y demostró que la corriente continua de Edison era cara e ineficaz, pues cuanto mayor era la distancia, más energía se perdía por el camino.
La idea de Tesla de la corriente alterna permitía que la electricidad generada en las centrales eléctricas fuera transportada por cables a lo largo de enormes distancias sin apenas pérdidas de energía y, una vez que llegaba a su destino, era fácil y barato emplear transformadores para distribuirla hasta cada punto. Este es el sistema que se utiliza hoy en día para hacer llegar la energía desde una central eléctrica hasta nuestras casas.
Pero la rivalidad entre Tesla y Edison no era solo una batalla de ideas, tambié. Era también una guerra económica entre empresas. Thomas Edison se alió con J.P. Morgan, el banquero más poderoso de Estados Unidos, para electrificar con corriente continua todo el país. Así nació la empresa todopoderosa General Electric. Nikola Tesla, por su parte, creó la Tesla Electric Company y se asoció con el inventor y empresario George Westinghouse Jr.
Durante los siguientes años se desarrolló una guerra sucia por parte de Edison, quien no dudó en utilizar todo su potencial económico en crear noticias sensacionalistas y espectáculos grotescos para intentar acabar con la idea de Tesla.
Sin embargo, con el paso de los años, la corriente alterna fue imponiéndose como el mejor sistema para electrificar el país, hasta el punto que la propia empresa de Edison admitió su derrota al solicitar la licencia para usar corriente alterna de Tesla en sus proyectos.
Pese a "ganar" la guerra, Tesla pasó al olvido y murió con una imagen de científico humilde. Sin embargo, Edison se hizo multimillonario debido a decenas de patentes como la bombilla y se convirtió en uno de los inventores más conocidos de la historia. Solo en los últimos años, la figura de Tesla ha empezado a ser revalorizada gracias a la marca de coches eléctricos más conocida del mundo.
En este experimento observaremos los cambios que puede haber en la corriente eléctrica con algo que utilizamos todos los días en la comida: la sal. ¡Comenzamos!