Vehículo reciclado se mueve propulsado por aire
Los vehículos evolucionan cada vez más deprisa. Sólo hay que pensar que hace un par de siglos las personas se desplazaban en carruajes de madera tirados por caballos y actualmente podemos encontrar incluso coches 100% eléctricos que no producen ruido ni emiten dióxido de carbono a la atmósfera.
Los vehículos eléctricos son aquellos que están impulsados por un motor alimentado por una fuente de energía eléctrica. Esta energía eléctrica se almacena en unas baterías que se encuentran en el interior del vehículo y se transforma posteriormente en energía cinética, es decir, la energía que permite su movimiento. Los elementos principales de un coche eléctrico son el motor, las baterías y el puerto de carga (por donde recibe la electricidad del exterior).
Debido a que no hay combustión en el motor, el ruido que hace un vehículo eléctrico al desplazarse es muy inferior a uno tradicional. Por eso resulta tan curioso apretar el acelerador y no escuchar el “runrun” del motor. Excepto el ruido de las ruedas con el asfalto, el coche eléctrico es muy silencioso. De hecho, algunos modelos incorporan un generador de ruido para que los peatones puedan oír el vehículo y así evitar atropellos, algo de vital importancia para las personas ciegas.
Todos estos cambios han sido gracias al desarrollo de la ciencia y la tecnología. En este experimento, aprenderemos a construir un pequeño coche que respetará el medio ambiente al estar construido por materiales reciclados y desplazarse gracias a la propulsión del aire.