Disco de música que se transforma en peonza
Seguro que alguna vez has jugado con una peonza y has conseguido que gire durante mucho tiempo en el suelo. Incluso te has atrevido a levantar la peonza con la cuerda o con tus propias manos. Y es que la peonza, también conocida como trompo, es un juego tradicional que ha ido pasando de generación en generación.
Sin embargo, a pesar de su antigüedad, ha sabido evolucionar con los siglos y adaptarse a los nuevos tiempos. Y es que las peonzas que conocemos hoy en día, fabricadas con materiales resistentes y ligeros, nada tienen que ver con las antiguas de madera con las que jugaban las generaciones pasadas.
Las peonzas no tienen un origen definido, pero se tiene conocimiento de su existencia desde hace más de 6.000 años, ya que se han encontrado ejemplares hechos de arcilla en yacimientos a las orillas del río Éufrates, que pasa por Turquía, Siria e Irak. No obstante, se cree que en aquella época no era un juguete, sino un sistema primitivo para hacer fuego.
Donde sí fue utilizada como juguete fue en la Antigua Grecia y en la Antigua Roma. En estas épocas, las peonzas se fabricaban con madera o barro cocido. Posteriormente, en la Edad Media se llevaron a cabo diversos ritos y carreras de peonzas con gran frecuencia en Inglaterra.
En Oriente, las peonzas también tuvieron un auge muy grande, sobre todo en países como Japón y China, donde las peonzas se convirtieron en un auténtico arte, de manera que niños y adultos se han dedicado a aprender a bailarlas utilizando diversas técnicas e incorporando trucos cada vez más difíciles y espectaculares. Incluso hay quienes han creado coreografías, haciendo bailar varias peonzas al mismo tiempo.
Aunque la innovación no ha venido únicamente de la mano de las personas que bailan las peonzas, también de las empresas que las fabrican. De hecho, en 2018 unos fabricantes consiguieron romper el Récord Guiness Mundial al conseguir mantener girando un trompo sin parar durante 27 horas, 9 minutos y 24 segundos. ¡El mareo de los jueces que estuvieron controlando el récord también tuvo que ser mundial!
En este experimento no llegaremos a esos extremos, pero aprenderás a construir tu propia peonza a partir de un disco que tengas en casa y ya no utilices. ¡Incluso podrás personalizarlo con tus diseños para crear tus propios efectos visuales!