Información genética extraída de un tomate
Todos hemos oído hablar que la información de cada persona se encuentra en el ADN. Pero, ¿qué es el ADN exactamente? ADN es la abreviatura del Ácido Desoxirribonucleico, una molécula compleja que se encuentra dentro de cada célula de nuestro cuerpo y contiene todas las instrucciones necesarias para crear y mantener la vida.
El ADN no está disperso en nuestras células, sino que está cuidadosamente empaquetado en estructuras llamadas cromosomas. De hecho, si no estuviera empaquetado, el ADN de una sola célula ocuparía más de 2 metros de longitud. Pero, a pesar de ser una molécula de gran tamaño, si observamos detenidamente la estructura del ADN podemos confirmar que está formada únicamente por cuatro tipos de ladrillos diferentes. Estos ladrillos tienen el nombre de adenina, timina, guanina y citosina.
Para entender la forma que tiene el ADN, podemos imaginar dos cadenas que están unidas formando una doble hélice. Es decir, la molécula de ADN tiene una estructura similar a la de una escalera de caracol. Esta disposición fue descrita por primera vez en 1953 por James Watson y Francis Crick, lo que supuso un hito en la historia de la biología.
Sin embargo, para llegar a este descubrimiento fueron imprescindibles los trabajos de rayos X realizados anteriormente por la científica Rosalind Franklin, que murió en Londres en 1958. Lo hizo a los 37 años de edad debido a un cáncer de ovario, posiblemente provocado por la excesiva exposición a radiaciones durante sus investigaciones con rayos X.
Curiosamente, en 1962, tan sólo cuatro años después de su muerte, los científicos Watson, Crick y Wilkins recibieron el Premio Nobel de Medicina por sus estudios sobre la estructura del ADN. Pero ni Watson ni Crick mencionaron a Rosalind Franklin en sus discursos de aceptación, confirmando así el menosprecio que tenían hacia esta científica. Algo inaceptable, pues incluso ellos mismos reconocieron posteriormente que las investigaciones de ella fueron vitales para descifrar el ADN.
Sin duda, tanto los miembros del jurado encargados de otorgar ese Premio Nobel como los propios ganadores, cometieron una injusticia al no reconocer el trabajo de Franklin simplemente por el hecho de ser mujer. Afortunadamente, los tiempos han cambiado, y en la actualidad toda la comunidad científica es consciente de la importancia que tuvieron los estudios de Rosalind Franklin para el avance de la humanidad.
Para entender la función del ADN, podemos decir que es el mapa que siguen cada una de las células de nuestro cuerpo. El ADN contiene toda la información que necesitan saber, tanto una neurona, como una célula de nuestro ojo o de nuestro corazón. Teniendo en cuenta su importancia en nuestras vidas, ¿qué te parece si en este experimento conseguimos extraer una muestra de ADN?