Imanes flotantes que forman figuras geométricas
Los imanes cuentan con dos partes diferentes: polo positivo y polo negativo. Esto explica que dos imanes se puedan atraer o repeler dependiendo de la orientación que tengan sus polos magnéticos. De esta manera, si acercamos dos imanes por polos diferentes, los imanes se atraen. Sin embargo, cuando lo hacemos por polos iguales, se repelen.
Esta propiedad de repulsión entre polos magnéticos similares está aprovechándose durante las últimas décadas para multitud de aplicaciones. Pero, entre todas ellas, hay una que destaca sorprendentemente... ¡Están fabricando trenes magnéticos que se desplazan gracias al efecto de los imanes!
Este tipo de transporte de levitación magnética (también llamado maglev, del inglés magnetic levitation) es un sistema de transporte en el que los trenes son propulsados por un importante número de imanes que impulsan y mantienen en equilibrio al tren sobre unas vías magnéticas con las que nunca entran en contacto, pues el tren y las vías se repelen. Este es el principal motivo por el que este tipo de transportes es más rápido, suave y silencioso que cualquier otro, pues se evita el roce y fricción entre los diferentes elementos.
Esta tecnología de levitación magnética está actualmente en pleno desarrollo en países como Japón, donde se ha apostado por la innovación y la producción de este tipo de trenes menos contaminantes que suponen un mayor respeto para el medio ambiente, creando ciudades más sostenibles.
En este experimento no vamos a construir ningún tren de levitación magnética, pero vamos a observar en primera persona el efecto de la repulsión. ¿Te imaginas aprender geometría jugando con imanes y agua? Pues en este experimento te explicaremos cómo hacerlo.