Lanzamiento de artefactos para defender castillos
La ciencia es sinónimo de desarrollo para la sociedad y sus avances suponen una mejora en ámbitos como la salud o el medio ambiente. Pero también para la defensa de las personas cuando existen conflictos entre diferentes países.
Por ejemplo, la catapulta es un instrumento bélico utilizado en la antigüedad para el lanzamiento a distancia de grandes objetos a modo de proyectiles, con el objetivo de defender un territorio cuando el ejército rival quería conquistar un castillo, ciudad o fortaleza.
La catapulta fue inventada aproximadamente en los años 400 a. C., probablemente por los ingenieros de Dionisio I de Siracusa. Posteriormente, fue mejorada por cartagineses y romanos, siendo muy empleada en la Edad Media. Sin embargo, con la introducción de la pólvora, dejó de utilizarse.
La principal misión de las catapultas era derribar murallas enemigas y tomar por asalto los castillos. Las primeras catapultas se empleaban lejos de donde se construían, lo que obligó a los ejércitos a mejorar su forma, peso, tamaño, diseño y movilidad, pues eran armas necesarias en los grandes combates. De esta forma se logró obtener catapultas más pequeñas, potentes y fáciles de trasladar.
Como ves, estos instrumentos de guerra tuvieron un papel muy importante a lo largo de varios siglos y son fundamentales para entender algunos acontecimientos de la historia. En este experimento aprenderemos la ciencia que hay detrás de las catapultas y te explicaremos paso a paso cómo podemos construir una.