Monedas sucias que se vuelven brillantes
¿Cuántas monedas de oro tienes guardadas en tu hucha? Seguramente ninguna, como casi todo el mundo. Sin embargo, a pesar de que las monedas que usamos actualmente están fabricadas con metales poco valiosos, hace unas décadas lo normal era que estuvieran fabricadas de oro, plata o bronce. Todo esto cambió cuando llegó el sistema de pagos que tenemos actualmente, el cual está basado en la confianza que existe entre las personas. Pero, ¿cómo se pagaba entonces en la antigüedad?
Las personas comenzaron a intercambiar sus bienes hace miles de años. Pero como las cosas no tenían establecidas todavía un precio, empezaron a producirse las primeras formas de trueque. Es decir, si un pueblo tenía por ejemplo excedentes de trigo porque habían tenido una buena cosecha, lo intercambiaban con otro pueblo que tenía exceso de madera. De esta forma, unos podrían hacer pan con la harina del trigo y otros podrían fabricar utensilios y herramientas de madera para sus actividades diarias. Estos trueques pueden considerarse como la forma de pago más antigua que se conoce.
Las primeras monedas no se inventaron hasta el siglo VII a. C. Fueron creadas por los griegos en las tierras que actualmente forman Turquía y estaban fabricadas a partir de electro, una aleación de oro y plata. Cada una de esas monedas se acuñaban con un martillo y se les hacía una marca que indicaba qué institución las había fabricado.

Pocos años después, surgieron también las primeras monedas en China e India, pero estas tenían formas muy variadas, desde lingotes hasta delfines. Por el contrario, en Grecia sí tenían formas circulares y eran similares a las monedas que tenemos en la actualidad. Los materiales más utilizados eran el oro, la plata y el bronce. Cada moneda tenía un valor diferente en función del peso y del metal del que estaba fabricada.
Los metales preciosos fueron dando paso, siglos más tarde, a monedas hechas por otras aleaciones mucho más baratas y fáciles de conseguir. Además, en el siglo XVII surgieron en Suecia los primeros billetes, lo cual confirmaba que había llegado una nueva forma de dinero que estaba basada en la confianza, pues un billete no es más que un número impreso en un trozo de papel al que se le da un valor.

Las monedas están presentes también en muchas películas y dibujos animados. ¿Quién no ha visto alguna vez cómo los protagonistas consiguen abrir un ansiado cofre con monedas brillantes en su interior? Sin embargo, esto no se parece mucho a la realidad, pues el paso del tiempo provoca que las monedas que utilizamos se vuelvan oscuras y no brillen demasiado. ¿Habría alguna forma de hacer que nuestras monedas luzcan mejor? En este experimento te explicaremos cómo conseguirlo.