Reloj de arena atrapa un remolino de agua
¿Utilizas reloj habitualmente? ¿Te gustan más los relojes de aguja o los digitales? Ya sea uno u otro, los relojes nos han permitido tener una noción del tiempo en nuestras rutinas diarias, hasta el punto de que cuando lo olvidamos podemos estar todo el día desorientados y pedir la hora frecuentemente. ¡Con lo tranquilos que estamos cuando llegamos a casa y nos lo quitamos!
No obstante, hoy en día la mayoría de las personas pueden saber la hora mirando el teléfono móvil, por lo que el reloj de muñeca ha dejado de ser el único artículo que nos marque el tiempo. Pero no todas las personas que tienen un reloj lo hacen para tener un cierto control de lo que sucede. Muchas lo hacen porque es un complemento perfecto para su forma de vestir. Y otras lo utilizan como un elemento decorativo en sus hogares. Es lo que sucede con los relojes de arena, los cuales se han convertido en un símbolo del tiempo cuya función principal es adornar un lugar y darle un toque histórico. Pero, ¿cómo nacieron los relojes de arena?
El antecedente directo del reloj de arena es el reloj de agua, también llamado clepsidra. Este instrumento fue muy utilizado por los griegos, aunque parece proceder de la cultura egipcia, ya que se encontró una clepsidra en el templo de Amón que tiene más de 3.500 años. ¡Por ella sí que pasaba el tiempo, literalmente!
Pero la clepsidra no era útil cuando se navegaba debido a que el movimiento de las olas la hacían muy inestable y el tiempo variaba mucho. La solución a este problema la encontraron los marineros diseñando el reloj de arena, que se convirtió en uno de los instrumentos imprescindibles para la navegación a finales de la Edad Media. Además, el reloj de arena no sólo se popularizó entre los navegantes, también entre la sociedad en general, pues era incluso mejor que los relojes de sol ya que estos sólo podían dar la hora cuando había luz, mientras que el reloj de arena también lo hacía por la noche.
Como puedes comprobar, tanto los relojes de agua como los de arena tienen muchos siglos de historia y, sin duda, habrán sido testigos de importantes acontecimientos. Pero, ¿podríamos diseñar un reloj diferente capaz de medir el tiempo y que a su vez encierre un remolino en su interior? En este experimento te explicaremos cómo conseguirlo.