Molino de viento sale de un bloc de notas
La historia de los molinos de viento es realmente interesante. Los molinos están muy ligados a la imagen de edificios redondos con grandes palas que se mueven con el viento. Y, por supuesto, también son muy conocidos gracias a la obra de Miguel de Cervantes "El ingenioso hidalgo Don Quijote de la Mancha", que los inmortalizó de una manera difícil de superar.
Como suele ocurrir con muchos inventos, la idea de aprovechar el viento surgió independientemente en diferentes culturas, habiéndose encontrado los sistemas más primitivos en la antigua China y en Grecia.
Sin embargo, se tiene constancia de que el primer molino de viento surgió en el siglo VII en la zona del actual Irán. No obstante, aquel invento enseguida se extendió por toda Europa, sobre todo en zonas donde soplan vientos fuertes y constantes, como los vientos atlánticos de Holanda. De esta manera, poco a poco se fue innovando en su diseño para aprovechar al máximo la energía del viento.
Por ejemplo, se pasó de ejes verticales a ejes horizontales, los mecanismos de transmisión se mejoraron y se aplicaron sistemas para hacer girar las palas y enfocarlas hacia el viento, por lo que la energía se empezó a aprovechar mejor.
Todo esto hizo que los molinos cada vez fueran más grandes y eficientes hasta terminar en los gigantes aerogeneradores modernos, que solo tienen tres palas pero son muy eficientes. Unos aerogeneradores que producen una energía limpia y que contribuyen a proteger el planeta. En este experimento realizaremos un molino de viento de forma muy sencilla.